Todos somos importantes para Dios
Jesús nos quiso enseñar y es importante que así lo sigamos haciendo, que todas las personas tienen un valor inherente, que todas las personas son importantes para Dios seas de la condición social, religiosa o profesional.
A Dios le importan todas las personas, aunque no todas las personas les importe Dios. Tú eres importante para Dios, yo soy importante para Dios y las personas que nos persiguen e incluso nuestros enemigos también son importantes para Dios.
Todos formamos parte del rompecabezas del mundo de Dios
Cada uno de nosotros somos diferentes, altos, bajos, morenos, castaños, simpáticos, serios, divertidos... somos como un rompecabezas, todos encajamos.
Imagen:katholische-kirche
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