4º CURSO
2º TEMA
EL PERDÓN NOS DEVUELVE LA FELICIDAD
APRENDEMOS A PERDONAR
Perdonar es amar, es dar otra oportunidad. Hay muchas forma de decirle a los demás que los quieres, una es pedir perdón cuando nos portamos mal, otra perdonar a quienes se portan mal con nosotros.
Todos queremos llevarnos bien y nos sentimos disgustados cuando hemos hecho algo que no está bien. Cuando perdonamos y pedimos perdón ayudamos a que mejore nuestra convivencia.
¿QUÉ DICE JESÚS SOBRE EL PERDÓN?
En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús, le preguntó:
- Señor, si mi hermano me ofende, ¿Cuántas veces lo tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?
Jesús le contesta: -No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Jesús nos advierte que igual que Dios nos perdona, también nosotros debemos perdonar a los demás.
Vamos a leer esta historia llamada "El saco de Plumas" sobre el valor de saber reconocer nuestros errores y arrepentirnos, para poder pedir perdón.
Estos videos nos pueden ayudar a comprender mejor que es el perdón.
Jesús, estando en la cruz, mira a aquellos que lo estaban torturando y a punto de matar y dice algo increíblemente desconcertante: «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen» (Lc 23, 34).
¿Se puede perdonar a alguien que nos hiere, sobre todo a aquellas personas que son más cercanas? ¡Por supuesto que sí! Tenemos que tener en cuenta que, como dice Jesús «no sabían lo que hacían». Tal vez creemos que esa persona nos hiere porque es mala, o porque nos odia. Pero, generalmente, la explicación es mucho más sencilla: no saben.
Muchas veces nos herimos sin saber, sin querer, sin poder evitarlo. Por eso nuestra disposición a perdonar debe ser siempre generosa y abierta.
Debemos evitar la tentación de decir: «yo eso no lo puedo perdonar» o «jamás te perdonaré».
LA BIBLIA Y EL PERDÓN DE DIOS
EL HIJO PRÓDIGO
Dios siempre está dispuesto a perdonar como un padre que quiere lo mejor para sus hijos y siempre perdona a los que se acercan a Él arrepentidos de corazón.
En la Biblia encontramos diferentes muestras como en la parábola del hijo pródigo (Lucas 15, 11 32) o en la parábola de la oveja perdida
Pica Aquí para ver esta historia
En la parábola del hijo pródigo, hay un rasgo tiernísimo del Padre «Estando él todavía lejos, le vio su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente». (Lc 15, 20). ¡El Padre lo estaba esperando! ¡Fue corriendo a su encuentro! ¡Y el hijo todavía no le había pedido disculpas! En nuestras relaciones personales, tenemos que estar dispuestos a salir corriendo al encuentro de nuestros hermanos que nos hirieron, sin dudarlo y sabiendo que así es el perdón de Dios. Tenemos que estar ansiosos esperando la reconciliación. Y cuando nuestro hermano que nos hirió nos pide disculpas, correr a su encuentro y manifestar la alegría del reencuentro.
En la parábola el Padre casi ni permite que su hijo le diga todas las palabras de arrepentimiento que tenía preparadas: lo manda levantar y manda a sus criados que lo vistan y le pongan anillos.
ACTIVIDADES INTERACTIVAS---Al observar esta obra:
1.- ¿Qué personajes aparecen?
LA OVEJA PERDIDA
SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN
Este sacramento también se le llama sacramento del Perdón, de la Penitencia, de la Confesión.
A través del sacramento de la Reconciliación los cristianos tenemos la oportunidad de vaciar esa pesada mochila.
Delante del sacerdote sacamos cada una de las piedras que nos impiden andar ligeros, es decir, confesamos lo que hemos hecho mal y el sacerdote nos escucha con compasión y en nombre de Dios nos perdona nuestros errores.
Aquí puedes ver el tema( Blog Silviareli)
Al igual que Dios nos quiere como un Padre y siempre está dispuesto a perdonar cuando sabe que estamos arrepentidos, todo el que ama, siempre estará dispuesto a perdonar e imitar a Dios.
En la oración que Jesús nos enseñó lo recordamos al decir: "Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos al que nos ofende..."
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