REFRANES Y DICHOS RELIGIOSOS
DIOS LOS CRÍA Y ELLOS SE JUNTAN
La frase presenta variables en su remate, tales como: “…y el diablo los junta” o “…y el viento los amontona”, pero no hay variación en su sentido original. La expresión señala que aquellas personas que tienen características, perfiles o intereses y tendencias similares, tarde o temprano, aunque hayan nacido en sitios alejados, se reunirán para compartir sus vidas o, al menos, algunas prácticas afines. Claro que en la frase no se adjudica dicha unión a la voluntad humana, sino al designio de Dios.
DIOS LE DA PAN AL QUE NO TIENE DIENTES
Entendiendo a Dios como el proveedor de todas las cosas que posee o que le ocurren al ser humano, la frase apunta a todas aquellas circunstancias en las que alguien no puede o no quiere aprovechar una oportunidad, mientras otros, deseosos de estar en ese lugar, reniegan por la mala suerte de no haber sido favorecidos con aquel destino. El pan ha caído en manos de quien no puede comerlo o no tiene hambre.
AL QUE MADRUGA, DIOS LO AYUDA
No se ha identificado al protagonista del suceso que dio origen al dicho, pero no es demasiado complicado observar, en la historia de la humanidad, un sinnúmero de ocasiones en que esto se ha comprobado. No tanto si Dios ayuda al que madruga, pero sí que si una persona se levanta temprano tiene tiempo de hacer muchas cosas y aprovechar mejor la jornada. Claro está que comenzar al alba no garantiza buena suerte durante el resto del día, sólo puede predisponernos mejor, sólo a veces. Es llamativo que no haya ninguna frase que valore la situación de alguien que se acostó tarde y que lo haya pasado bien. No será porque falten ejemplos.
VER LA PAJA EN EL OJO AJENO
“No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os serás medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.” (Mateo 7:1-5). En este fragmento de la Biblia nace la famosa expresión que condena la manera de juzgar que tienen muchas personas, aquellas que ven todos los defectos en los demás, pero que no pueden o no quieren ver los propios.
MÁS VIEJO QUE MATUSALÉN
Matusalén es otro personaje bíblico que ha sido trasladado al lenguaje popular gracias a los años que vivió, según el libro sagrado de los cristianos. Se cuenta su historia en el Génesis, donde se señala que Enoc fue su padre a los 75 años. El propio Matusalén tuvo hijos cuando ya había vivido más de una centuria. En otros tiempos, la fe ciega depositada en la Biblia ha llevado a que muchos creyesen cierto que Matusalén viviera los 969 años que allí se indican, pero deducciones posteriores han dado por tierra con estas cifras. Se piensa que, en la época en que pudo existir Matusalén, se sumaban los meses en lugar de los años o bien que se adicionaban los años de vida de los antecesores directos del clan al que pertenecían las personas. Se especula que Matusalén, en realidad, no superó los 40 años. En este caso, puedo asegurar tranquilo que yo tengo más años que Matusalén.
LLORAR COMO UNA MAGDALENA
Alude a llorar mucho o muy seguido. El personaje de María Magdalena proviene de los textos bíblicos. Era hermana de Lázaro, el joven que resucitó Jesús en Betania. María Magdalena aparece en varios pasajes llorando: cuando muere su hermano, cuando es ejecutado Cristo y en muchas otras ocasiones en las que se arrepiente de sus pecados, pues debe recordarse que fue rescata por Jesús de la prostitución. Se dice que sus restos descansas en la localidad francesa de Vézelay.
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